martes, 28 de octubre de 2025

COMUNICACIÓN DRAMÁTICA

 


Dentro del proceso de la comunicación, uno de los más completos es la dramaturgia, que es el arte de componer obras dramáticas. El escritor o dramaturgo, tiene que considerar a sus receptores: 

1. El dramaturgo se dirige al director, quien es el vicario del mensaje, lo adapta del texto escrito para que se recree en un escenario por medio de las acciones de los actores. Dentro del texto existen instrucciones de la secuencia de la historia, el escenario y las entradas y salidas de los actores. 
2. Los actores, también vicarios del mensaje, por medio de sus personajes, dialogan para poner en escena la historia que escribe el dramaturgo. 
3. El texto escrito también se comunica con los técnicos del decorado, iluminación, musicalización quienes les dan sentido a la historia. 
4. El dramaturgo al contar una historia piensa en el público y cómo quiere que reacciona. Sin embargo, la audiencia reaccionará de diversas formas; dependiendo de la época, la comprensión del la historia, su nivel educativo y otras situaciones del momento: 
  • Participación mínima: como risas, suspiros, llantos o los aplausos (al final de actos o de la obra completa)
  • Respuesta emocional: puede llegar a la identificación con los personajes haciendo catarsis o llegar al desagrado.
  • Reacciones directas: En el teatro moderno los actores pueden interactuar directamente con el público. 
El teatro comunica un mensaje al público. Durante la representación teatral se gesta una red de relaciones muy complejas entre los personajes y el público, constantemente se producen estímulos visuales, lingüísticos, luminosos, gestuales, además de la interestimulación entre los espectadores que provoca una respuesta inmediata ante el espectáculo presenciado y otra posterior, cuando el espectador es tocado en su estado de ánimo o en su ideología, entre en un proceso de reflexión llegando a la empatía o catarsis, cerrándose así el circuito comunicativo.

 
En el teatro se da un doble circuito comunicativo, el primero donde el dramaturgo comunica el mensaje al lector del texto literario; el referente está tomado de la realidad de la vida, de la existencia o de los fenómenos sociales y con los códigos propios de la escritura como los diálogos (o monólogos), escritos en prosa o en verso y su estructura (escenas, actos en que se divide la obra). 
En el otro acto comunicativo, intervienen como intermediarios del mensaje (vicarios) el director, los actores y los técnicos que son los que interpretarán el mensaje del autor, para ofrecer al público un espectáculo que cumpla lo más fielmente posible con la perspectiva y los procedimientos que el dramaturgo escribió el texto, sin dejar por ello a libertad que tiene el director de la recreación.
El sistema de códigos en la puesta en escena se expresa por el actor, utilizando los 13 signos del teatro, como el tono, la mímica, los movimientos, los elementos externos como el maquillaje, el peinado, el vestuario. Los propios del espacio escénico como el decorado, la iluminación, la música y los sonidos.  
De esta manera se da un complejo acto comunicativo, el espectador (receptor) ha de responder al espectáculo que se le ofrece como un trabajo completo de la actuación, dirección y representación con el objetivo principal que se divierta pero que también reflexione, que le enseñe algo, en el cual vivirá imaginariamente otra vida más bella o más dramática; y donde experimentará, por identificación con el personaje y sus acciones, experiencias desconocidas pero latentes en su interior. El teatro nos hace vivir intensamente las pasiones humanas de modo imaginario, que serán a la vez, regocijo y purificación para las propias. Por ello, las representaciones tienen un atractivo para el espectador por que le permiten disfrutar; pero al mismo tiempo reflexionar. 
Por otra parte, al analizar el proceso comunicativo de una obra dramática muchas veces solo lo hacemos a partir de la lectura del texto escrito y por ejemplo, tomando como base el texto leído de El Negro, el esquema quedaría de la siguiente manera:





sábado, 19 de febrero de 2022

Clases de Palabras de la Lengua Española

 Elio Donato y Prisciano de Cesarea son dos importantes gramáticos del latín que sentaron las bases de la tradición gramatical que ha trascendido por más de 1500 años.  A Donato (siglo IV post) debemos, en particular, la distinción en ocho clases de palabras: nomen, pronomen, verbum, adverbium, participium, coniunctio, praepositio, interiectio; distinción que Antonio de Nebrija (gramático de la lengua castellana del siglo XV) imitó, agregando el artículo "del que carecía la lengua latina". 

La clasificación de las clases de palabras que reconoce la gramática tradicional es de tipo semántico y no funcional. Esta clasificación en el mundo de habla española distingue nueve.

Tradicionalmente las palabras se han clasificado en esas dos clases. Las cinco primeras (sustantivo, adjetivo, artículo, pronombre y verbo) son las llamadas palabras con contenido porque son las que plantean claramente el significado de su significante. También se les llama variables, pues las palabras que pertenecen a estos tipos pueden variar por el uso del morfema flexivo, sin dejar de ser la misma palabra. El sustantivo y adjetivo (el artículo se considera un adjetivo) varían en género y número; el verbo, no varía en género, pero sí en número, persona, tiempo, modo, voz y aspecto. Y el pronombre, varía por su uso sintáctico.  
 
1. El verbo es la clase de palabra que presenta la mayoría de variaciones léxicas. Y al conjunto de estas desinencias, que entran en oposición con otras, unidas a la Base constituyen la conjugación. El verbo es la única clase de palabras que presenta conjugación.
2. El sustantivo y 3. adjetivo: son dos palabras inseparables y se clasifican de la siguiente forma: 
 (Nota: En el anterior cuadro se incluye la clasificación real del artículo como adjetivo).

4. El Pronombre es la clase de palabra que no se modifica morfológicamente (en español, solo algunos pronombres personales -en plural- manifiestan variaciones de género y número) , sino por su uso semántico y sintáctico; a esta identidad dada se le denomina caso (nominativo, vocativo, preposicional, acusativo y dativo).

5. Las preposiciones son palabras átonas (excepto según) e invariables, es decir, no llevan desinencias. La función de las preposiciones es ser nexo; o sea une palabras sirviendo de enlace entre ellas. La relación que establecen es siempre de subordinación o dependencia. 
También se pueden combinar entre ellas formando locuciones adverbiales, por ejemplo:
                                                         
 6. Las conjunciones son una clase de palabras, vacías de contenido semántico cuya función es, simplemente, servir de enlace entre palabras, pero principalmente, entre sintagmas o proposiciones. Tradicionalmente se ha distinguido entre las coordinantes y subordinantes.

7. Los adverbios son palabras invariables y poseen carácter léxico pleno, es decir, poseen significado propio, definible en los diccionarios. Pueden modificar a un verbo, a un adjetivo o a otro adverbio. La clasificación más tradicional del adverbio es la que atiende al significado:
8. Las interjecciones son palabras que expresan sentimientos muy vivos de dolor, alegría, tristeza, etc. Podemos decir que son reacciones del hablante que se materializan a través de la palabra.
Aunque se trata de una palabra la interjección se comporta como un enunciado independiente, es decir, comunica un mensaje completo: ¡ay! tiene una significación plena, equivale a una oración como "¡Me he hecho daño!" Se escriben siempre entre signos de exclamación: ¡eh! ¡puaj!, ¡ojalá!, ¡huy! o ¡uy!, ¡uy uy uy! etc.
Podemos clasificarlas en:
Interjecciones primarias o propias: son las verdaderas interjecciones, es decir, palabras que sólo se han creado para expresar emotividad; ¡ay!, ¡uf!, ¡bah!, ¡zas!, ¡hala!, etc. y, por lo tanto, sólo pueden ser interjecciones. Recuerden que las interjecciones con H siempre la levan después de la vocal: ¡ah!, ¡eh!, ¡oh!, ¡uh!
Interjecciones impropias: proceden de otra clase de palabras, nombre, verbo, adjetivo, etc. pero se utilizan como interjecciones; ¡ojo!, ¡cuidado!, ¡bravo!, ¡oiga!, ¡vaya!, ¡estupendo!, ¡viva!, etc.
Locuciones interjectivas: son grupos de dos o más palabras que funcionan como interjecciones: ¡Dios mío!, ¡Cielo santo!, ¡Qué horror!, etc.

jueves, 22 de abril de 2021

ORACIONES COMPUESTAS

Les comparto este esquema que ilustra la clasificación de las oraciones compuestas. Recuerden que estas tienen dos o más verbos en una misma unidad sintáctica. Las simples solo uno. 


Yuxtapuestas: oraciones independientes, con sentido completo, separadas unas de otras por signos de puntuación (comas, punto y coma, dos puntos)(En proceso de extinción)  Ej.: Vine, vi, vencí.


•Coordinadas (Proposición1-NEXO- Proposición2) Las Proposiciones en las Oraciones Compuestas tienen por separado, sentido completo —están en el mismo nivel gramatical—. Están unidas por una conjunción que modifica en cierto modo el contenido de las oraciones coordinadas.
a. Copulativas (y, e, ni... ni, que, amén de, junto con, además de,…) 
Ej.: Juan estudia Derecho y Ana trabaja en una farmacia.
b. Adversativas (mas, pero, sin embargo, no obstante, sino,…) 
Ej.: Jugamos muy bien pero perdimos el partido.
c. Disyuntivas (o, u, o ) 
Ej.: O vienes o te quedas.
d. Distributivas (ya... ya, bien… bien, sea… sea, ora… ora,…) 
Ej.: Unos jugáis al fútbol, otros hacéis las tareas del colegio.
 e. Explicativas (es decir, o sea, esto es,…) 
Ej.: Le hizo un quite, esto es, se llevó el toro.

•Subordinadas (Proposición Principal + Proposición Subordinada) 
Existe una relación de subordinación o dependencia de una respecto de la otra. La Proposición Subordinada desempeña una función gramatical dentro de la Proposición Principal.

a. Sustantivas Desempeña la función de un sustantivo. Se suele poder sustituir por “eso”, “esas cosas”. Sirve de nexo la conjunción que.
de Sujeto Ej.: Me preocupa que estudies mucho.
de Complemento directo (CD) Ej.: Andrés piensa que Carlos tenía razón.
de Complemento del nombre (CN) 
Ej.: Tenemos el convencimiento de que te presentarás voluntaria.
de Atributo Ej.: Juan está que muerde.
de Complemento de un adjetivo (C Adj) 
Ej.: Estaba seguro de que ganaríamos el concurso.
de Complemento Agente (C Ag) (de relativo sustantivadas)

b. Adjetivas o de relativo Desempeña la función de un adjetivo: calificar a un nombre. A este nombre se le llama antecedente. Sirven de nexo:
- pronombres relativos: que, cual(es), quien (de persona).
- los adverbios relativos donde, como, cuando.
- el pronombre cuyo (a/os/as), que actúa como relativo—posesivo.

c. Adverbiales (tienen la función de un adverbio) 
De relación circunstancial:
1. De tiempo: Sirve para situar en el tiempo la acción principal: puede ser de anterioridad (antes de), de posterioridad (después de) o de simultaneidad (durante). Nexos: cuando, mientras (que), antes (de que), desde que, al mismo tiempo que, después (de que), hasta que, a medida que, siempre que,… Ej.: Siéntate cuando quieras.
2. de lugar: Señala el lugar relacionado con la acción principal. Indica: situación (en donde), dirección (a donde), procedencia (de donde) y transcurso (por donde). Nexos: donde —con o sin preposición—. Ej.: Siéntate donde quieras.
3. de modo: Informa sobre la manera de realizar(se) la acción principal. Nexos: como, según, conforme,… Ej.: Siéntate como quieras.

De relación lógica:
 1. Comparativas: Hay una comparación con la PP. Esa relación es de: superioridad (más… que, más... de); igualdad (tan/tanto…como/cuanto, igual que,…); inferioridad (menos… que).
Ej.: Es más listo que Javier.
Ej.: Es tan listo como pensé.
Ej.: Es menos torpe que ayer.
2. Causales: Expresa el motivo por el cual acontece la PP. Nexos: porque, ya que, puesto que, pues, como,… Ej.: Me voy porque llueve.
3. Consecutivas: La PS es consecuencia de la PP. Se invierte con la causal. Nexos: por lo tanto, luego, pues, de tal modo/tanto… que, así que... Ej.: Pienso, luego existo.
4. Concesivas: Opone una dificultad al cumplimiento de la PP. Nexos: aunque —no sustituible por pero—, a pesar de que, aun cuando,… Ej.: Gané aunque fui enfermo.
5. Condicionales: Formula una condición para que se cumpla la acción principal. Nexos: si, con tal de que, siempre que, con que, a condición de que... Ej.: Me quedaré si me ayudas.
6. Finales: Explica para qué se realiza la acción principal. Nexos: para que, para, a fin de que, con el objeto de que… Ej.: Jugaré para divertirnos.

© Nicolás Chazarra. 2005. Colegio Retamar.

viernes, 9 de abril de 2021

CATEGORÍAS GRAMATICALES

  La Morfología es la parte de la gramática que se ocupa de la formación de las palabras. Las palabras se clasifican según sus propiedades morfológicas, en dos grupos: 

las invariables: No aceptan morfemas pues si los aceptan cambian de clase semántica (preposiciones, conjunciones, adverbios e interjecciones); y 
las variables:  Aceptan morfemas derivativos y flexivos(verbos, sustantivos, adjetivos, pronombres).

En teoría lingüística moderna, La Semántica clasifica las palabras de la siguiente manera: 
El morfema es la unidad mínima de una palabra capaz de expresar un significado gramatical. El morfema se une a la base de la palabra para modificarla y completar su significado. En español encontramos dos clases de morfemas:  Base y Clase, que tiene dos tipos, los derivativos y los flexivos.

 Desde el punto de vista morfológico, los mecanismos de formación de palabras son:

o) La existencia de una Palabra Primitiva o patrimonial. En la gramática tradicional, es aquella que consta únicamente de un morfema base o raíz  como únicos constituyentes y que al agregarle morfemas derivativos o flexivos obligatorios forman nuevas palabras: pan, flor, león, bueno, joya, carne, bueno. 

i) Derivación: consiste en añadir morfemas derivativos (prefijos o sufijos). Da lugar a las palabras derivadas (o familia léxica). Ya sea por prefijación: ultra-mar, o sufijación: mar-ítimo, mar-ino.

Derivativos 
Prefijos: se sitúan antes de la palabra patrimonial o morfema base.
Interfijos: evitan hiatos o distin-guen palabras de significado similar. No tienen significado.
Sufijos: se sitúan después de la palabra patrimonial o morfema base.
hipertenso
Cafecito en lugar de cafito
carnicero
geocentro
carnicero (para diferenciarlo de carnero).
carnicería, joyería, panadería
submarino
piececito, no piecito o pieito
casucha


ii) Composición: une varias palabras simples.
iii) Parasíntesis: Las palabras parasintéticas se forman con la utilización simultánea de la derivación y la composición.

Los morfemas flexivos modifican palabras al ser agregados a los morfema base y se clasifican en  CATEGORÍAS GRAMATICALES que son el conjunto de las flexiones que pueden tener las palabras variables.  el término categoría gramatical es la variación morfológica que pueden aceptar las palabras variables. Por ejemplo, los verbos tienen persona, número, modo, tiempo. El nombre y adjetivo, género y número, y el pronombre tiene caso. 
GÉNERO GRAMATICAL: Es la característica gramatical de los sustantivos, artículos, adjetivos, participios y pronombres, que los clasifica en dos grupos: masculino y femenino. Nota: carecen de género los adverbios y los verbos (salvo los participios) y cierto número de partículas tienen género neutro. Los sustantivos en español pueden ser masculinos o femeninos. Cuando el sustantivo designa seres animados, lo más habitual es que exista una forma específica para cada uno de los dos géneros gramaticales, en correspondencia con la distinción biológica de sexos, bien por el uso de desinencias o sufijos distintivos de género añadidos a una misma raíz, como ocurre en gato/gata, profesor/profesora, nene/nena, conde/condesa, zar/zarina; bien por el uso de palabras de distinta raíz según el sexo del referente (heteronimia), como ocurre en hombre/mujer, caballo/yegua, yerno/nuera.
Desde el punto de vista semántico, se clasifican los siguientes géneros: 
a) Género común. Son los que tienen una sola forma, la misma para los dos géneros gramaticales. El género lo señalan los determinantes y adjetivos con variación genérica: el/la pianista; ese/esa psiquiatra; un buen/una buena profesional.
b) Género epiceno. Son los que tienen una forma única, a la que corresponde un solo género gramatical, para referirse, indistintamente, a individuos de uno u otro sexo. En este caso, el género gramatical es independiente del sexo del referente. Hay epicenos masculinos (personaje, vástago, tiburón, lince) y epicenos femeninos (persona, víctima, hormiga, perdiz). En el caso de los epicenos de animal, se añade la especificación macho o hembra cuando se desea hacer explícito el sexo del referente: «La orca macho»
c) Género ambiguo. Son los que, designando normalmente seres inanimados, admiten su uso en uno u otro género, sin que ello implique cambios de significado: el/la armazón, el/la dracma, el/la mar, el/la maratón, el/la vodka, el/la sartén.

NÚMERO GRAMATICAL. Es la categoría gramatical que nos indica si el elemento al que nos referimos consiste en uno o varios elementos.
Singular: hace referencia a un sólo elemento. El morfema que lo indica es el llamado morfema cero o nulo . Perro.
Plural: hace referencia a varios elementos. Perro-s

PERSONA GRAMATICAL. Indica el papel que realiza el hablante, el oyente u otro interviniente respecto a lo que expresa el verbo. En español existen tres personas en singular y en plural respectivamente:
1ª Persona: el hablante realiza la acción solitariamente: yo estudio, nosotros estudiamos
2ª Persona: el oyente realiza la acción solitariamente: tú estudias, vos estudias, usted estudia.
3ª Persona: la acción es realizada por una persona distinta del hablante o el oyente: ella estudia, él juega, ellas estudian.

TIEMPO VERBAL. Es una categoría gramatical que tiene la función de señalar el momento en que se realiza una acción que lleva a cabo el hecho verbal. Se llaman tiempos simples si expresan con un solo vocablo la acción como en –trabajamos--; y se llaman tiempos compuestos cuando decimos --hemos trabajado—.
Tiempo presente es en el que se expresa en el momento del mensaje.
Tiempo pasado es en el que se expresa lo que ya pasó.
Tiempo futuro es en el que se expresa lo que está por suceder.

MODO VERBAL. Son las diversas formas en que la acción del verbo puede expresarse. En la gramática española existen tres grandes modos verbales: indicativo, subjuntivo e imperativo. Cada uno de estos modos posee una forma particular de conjugar el verbo. Es decir, un mismo verbo se conjuga de diversas formas según el modo verbal en que se encuentre. Cada modo verbal adopta ciertas formas del tiempo, por lo que hay una gama de tiempos en cada uno. 

martes, 23 de febrero de 2021

EL ACENTO

Las palabras están formadas por sílabas.

La sílaba es un conjunto de sonidos que se pronuncia en un solo golpe de voz. Las palabras las podemos clasificar según el número de sílabas en:

Monosílabas: tienen una sola sílaba (pan / tren / luz).

Bisílabas: tienen dos sílabas (ca-ma / le-che / o-so).

Trisílabas: tiene tres sílabas (cam-pa-na / pe-lo-ta / pal-me-ra).

Polisílabas: tienen cuatro o más sílabas (car-pin-te-ro / pre-si-den-te / sub-ma-ri-no).

[Pueden ser tetrasílabas, pentasílabas, hexasílabas, heptasílabas, octosílabas, nonasílabas, decasílabas, endecasílabas, dodecasílabas, etc.).

Al pronunciar cualquier palabra del español, no todas las sílabas que la componen se emiten y se perciben con el mismo relieve. Una de ellas destaca y resulta más perceptible que las demás. Esa diferencia en la pronunciación recibe el nombre de acento. Por esta variación, las silabas pueden ser:

Átonas: son las sílabas que tienen menor intensidad tonal.

Tónicas: es la que se pronuncia con más fuerza o intensidad tonal.

 

ACENTO: es la mayor fuerza de voz con que se pronuncia determinada sílaba de una palabra. Existen dos clases de acento: el prosódico y el ortográfico.

Acento prosódico: Es el que se aplica a la pronunciación de una sílaba en una palabra. Todas las palabras tienen acento prosódico.

Acento ortográfico, gráfico o tilde: Es el acento escrito que se escribe sobre la vocal de una sílaba tónica. 

TILDE. Es un signo ortográfico, con que que, según determinadas reglas se representa en la escritura el acento prosódico. Por ello, la tilde recibe el nombre de acento gráfico u ortográfico. En español es una rayita oblicua, colocada sobre la vocal de la sílaba tónica. La tilde debe trazarse siempre de derecha a izquierda, como acento agudo (´), y no de izquierda a derecha (`) trazo que corresponde al acento grave, que no se usa en español: camión, no camiòn. 

Tilde diacrítica: es el acento gráfico que permite distinguir palabras con idéntica forma, pero que pertenecen a categorías gramaticales diferentes. Muchos de los usos de la tilde diacrítica en español afectan a palabras de una sola sílaba. Por ejemplo:

Las palabras tienen valor interrogativo o exclamativo: adónde, cómo, cuál, cuán, cuándo, cuánto, dónde, qué y quién, son tónicas y llevan tilde diacrítica.

CLASIFICACIÓN DE LAS PALABRAS SEGÚN SU ACENTO

Según la sílaba acentuada las palabras se clasifican en:














Para tildar las palabras en una forma simplificada, es necesario tomar en cuenta: 

1. La división silábica de las palabras. 

2. Ubicación de la sílaba tónica (1-2-3-4).

3. Observar, en el caso de las agudas y graves su letra final.

4. Proceder a tildar si se adapta a la determinación de la norma, recordando que las esdrújulas y sobresdrújulas se tildan siempre. 





viernes, 29 de enero de 2021

EL SIGNO

 Un signo es un elemento o unidad que está en lugar del objeto que representa (referente) y que por una relación convencional o de semejanza evoca la idea de un objeto, fenómeno o hecho. Un signo siempre recuerda algo por medio de la imagen que representa la idea de un objeto concreto (material) o inmaterial (abstracto). 

Por ejemplo, la palabra "c-a-s-a" nos recuerda "nuestra" casa, pues la imagen la asociamos cada quien de acuerdo a nuestro propio contexto; una paloma blanca con una ramita de olivo en el pico representa la paz; la luz roja de un semáforo trae a la memoria la idea de prohibición; igual que una calavera puede ser la representación de peligro, veneno o alta tensión en una cerca. 

                                             Las letras son los signos básicos de nuestra lengua.
Clases de signos
Un signo es perceptible por nuestros sentidos. Según el sentido a través del cual lo percibimos, podemos distinguir dos tipos principales de signos:
·         Visuales, una señal de tráfico.
·         Auditivos, como la sirena de una ambulancia.
Pero también existen signos: 
  • Táctiles
  • Olfativos
  • Gustativos
Si atendemos a la forma, podemos distinguir dos grandes grupos:
·         No lingüísticos: basados en sistemas de comunicación no verbales (kinésicos o quinestésicos), como los ademanes, gestos. Y los que no usan palabras como los símbolos, íconos, señales.
·         Lingüísticos: basados en el código lingüístico (o alfa-numérico).

Signo no lingüístico
Son aquellos códigos que no necesitan  de formas lingüísticas para ser capaces de transmitir el mensaje, pero el emisor y el receptor deben saber sus significados sin necesidad de conocer el mismo idioma, por lo tanto no tienen que saber ni leer  pues no son escritos ni orales.
Este tipo de signos son percibidos e interpretados  de manera global y de forma espacial. O sea que determina la información en el lugar donde se encuentre. 
Los códigos no lingüísticos se pueden clasificar en: visual, auditivo y gestual.  Los semáforos por medio del cambio de las luces, es un ejemplo claro de lo visual, una sirena de ambulancia de auditivo y los ademanes que hacemos al saludar de lejos de gestual.  Estos también se presentan de forma combinada.
Entre los signos no lingüísticos más comunes encontramos:

Ícono: Significa literalmente imagen. Es un signo que representa un objeto o idea por analogía o semejanza con cualquier aspecto del objeto representado (Pierce). Esta se considera una identidad o semejanza formal.  
En el ámbito de la informática, un ícono es una representación gráfica esquemática que se utiliza para identificar funciones que pueden desarrollarse en programas (software). Estos pictogramas digitales facilitan el uso de los equipamientos tecnológicos.  De manera coloquial, actualmente, se hace uso del término como sinónimo de símbolo. 
En el plano social, encontramos los íconos religiosos que son imágenes o figuras que representan la idea para hacerla concreta. Muchos de ellos son empleados en la oración; el creyente ora en la presencia del ícono, pero no le ora al ícono. Se le respeta, pero no se le adora.


 Símbolos: son la representación perceptible de una idea, con rasgos asociados por una convención socialmente aceptada. Son producto de un acuerdo tácito dentro de una comunidad. Es un signo pero sin semejanza con el objeto o idea que representa pues una comunidad ha aceptado su significante y su significado.
                                                                                  
   ·  Señales: son signos que presentan indicios que permiten deducir un significado de lo que no se tiene un conocimiento directo. Un cielo gris tiene un significado de tormenta, si vemos un cartel de color azul con una cuchara y tenedor a la orilla de una carretera nos indica que a cierta distancia hay un lugar de venta de comida.

Un indicio es una circunstancia que nos ayuda a deducir la existencia de un contenido. El humo es indicio de la existencia de fuego, un olor es indicio de basura o de un perfume.
     
Índice: Representa a su objeto por contigüidad. Tienen una conexión real con el objeto, Por ejem.  La calle mojada indica que llovió.  
Las huellas representan la presencia del perro.

Signo lingüístico
Llamamos signo lingüístico a cada uno de los signos orales y escritos que componen una lengua. Como en otros tipos de signos, entre los lingüísticos podemos distinguir dos niveles:
·         Significante, o plano de la expresión. Es la imagen fónica que tenemos en nuestra mente de una cadena de sonidos determinada. Esa imagen permite que podamos pensar palabras sin pronunciarlas.
·         Significado, o plano del contenido. Es el concepto o la imagen que asociamos en nuestra mente a un significante concreto.
   

                        Las palabras son los elementos esenciales de la comunicación humana.
     La relación entre significado y significante es arbitraria, y no necesaria.


                             

martes, 8 de diciembre de 2020

PRINCIPIOS HISTÓRICOS DE CENTRALIZACIÓN Y DESCENTRALIZACIÓN

 El estudio de toda lengua puede encararse desde dos perspectivas diferentes y bien definidas: una que se dedica a realizar un recorrido desde el origen y toda la evolución o historia de la lengua, y otra que se preocupa únicamente por efectuar estudios de momentos determinados de esa lengua. al primero se le ha denominado estudio diacrónico y al segundo, estudio sincrónico. Esto nos indica que en el primero de los casos, solamente se puede realizar un estudio que sería perpendicular o vertical, como le llama Saussure, en su eje de simultaneidades, en el segundo caso pueden realizarse varios estudios horizontales de la misma lengua, considerando que solamente se realizarán por y para determinado tiempo. 

La "sincronía" en la lingüística fue un término incorporado por Ferdinand de Saussure para facilitar el estudio de la lengua. Lo que propone el análisis sincrónico es el estudio de la lengua en un determinado momento o período de la historia. El estudio diacrónico analiza su evolución pero a lo largo del tiempo. En la Metodología de la Investigación se compara también con la forma de estudio Transversal. Ejemplos : fructus- >frucho- >fruto 

El siguiente gráfico lo ilustra bien. 


Si el estudio sincrónico es de un momento dado, se pueden realizar varios de ellos. por ejemplo, si lo representamos gráficamente,  nos que así: 

Hasta entonces, sólo se habían hecho estudios diacrónicos. 

Ejemplos: Estudio de la lengua del siglo XV. (Sincronía) 

Estudio de la lengua en el siglo XV al siglo XVIII. 

(Diacronía)Sincronía / diacronía: hacen referencia al tiempo, a la cronología. La sincronía es el tiempo en un momento dado, un tiempo concreto. La diacronía es una progresión en el tiempo. 



Para iniciar una investigación respecto al conocimiento de una lengua, podemos encontrarnos con la disyuntiva de ¿qué nació de qué? Los dialectos que habrían dado lugar a una lengua común o, ¿de la lengua común se originaron los dialectos? De ahí, el valor de los estudios realizados por los comparatistas alemanes y los realizados por la lingüística histórica. 

Para resolver este aprieto, el doctor Aguado Andreut, propone utilizar un par de principios históricos que podrían ayudar: El principio de centralización y el de descentralización. 

PRINCIPIO DE CENTRALIZACIÓN

En Europa, hubo momentos en la historia de ese continente que los romanos llegaron a dominar gran parte de ese territorio. Por consecuencia lógica, en todos los lugares que pertenecían a Roma, se hablaba el latín, que era la lengua de los conquistadores, estableciéndose lo que se denominó unidad lingüística. Por supuesto, aún estaban las lenguas propias con las que se comunicaban de una manera coloquial, las diferentes comunidades de ese territorio conquistado. Y que, naturalmente, con la llegada del latín quedaron aplastadas o arrinconadas y no pudieron seguir con su natural evolución. En ese momento, se habría dado la centralización en la comunicación, pues todos los habitantes de los lugares conquistados utilizaban la lengua latina para su relación social de comunicación. Se establece la unidad lingüística y la unidad cultural, factores que obviamente, llegan con la centralización. 

En España, cada uno de los pueblos que conformaban el territorio español, tenía su propio código lingüístico, su lengua o idioma: el asturiano, el gallego, el castellano, el sevillano, el andaluz, el navarro-aragonés, el leonés, entre otros. 

Por prestigio político y cultural se fue imponiendo el castellano, lengua hablada en Castilla, sobre las demás lenguas utilizadas en el territorio español hasta llegar el momento en que se convirtiera en la lengua nacional. Los habitantes de España hablaban castellano, dejando por un lado su lengua materna. Para que se diera ese fenómeno tuvo que colaborar el principio de centralización. La forma de comunicación se centralizó en la lengua castellana. 

Como todos los habitantes de España, sin importar su región, ahora hablaban castellano. Fernando III, rey de Castilla y León, lo declaró Idioma o lengua oficial de la cancillería y por consiguiente de España, porque ahora era utilizada por los habitantes de todo el país y no solo de Castilla. Por supuesto que la instalación de ese código o lengua sufrió modificaciones por los aportes que le brindaban las demás lenguas que fueron convertidas en sustrato

En cuanto a América, como cada uno de los países de este continente tenía más de una lengua, estas eran las que conformaban las diferentes comunidades lingüísticas. Al ser conquistado por los españoles, estos impusieron su lengua, el castellano como medio de comunicación. Al unificar la forma de comunicación a través del castellano, se da el principio de centralización. 

Todas las lenguas existentes en América quedaron arrinconadas y /o aplastadas. Por eso es que casi todos los países que conforman el continente (a excepción de países como Brasil, cuya lengua oficial es el portugués, y algunas islas donde no se habla la lengua traída por los españoles), la lengua oficial o común es el español. Se ha dado la unidad lingüística. 

En el caso de Brasil, durante la época colonial, como sus habitantes no se ponían de acuerdo qué lengua vernácula utilizar como única para comunicarse entre sí, los religiosos encargados de cristianizar y expandir, en este caso el portugués en ese país, les llevaron el guaraní, lengua originaria de Paraguay, para que sirviera como instrumento de comunicación social. Entonces, en ese tiempo, se da la unidad lingüística a través del principio de centralización con el guaraní, mientras aprendían la lengua portuguesa. 

Por qué se habla portugués en Brasil, véase el Tratado de Tordesillas de 1494 y las Bula menor Inter caetera de 1493 del Papa Alejandro VI. 

En conclusión, cuando una lengua unifica la manera de comunicación de sus habitantes en todos en la mayoría de los países que forman un continente o una región, se da la unidad lingüística. El principio histórico de centralización ayuda y favorece a la existencia de una lengua común. 

PRINCIPIO DE DESCENTRALIZACIÓN

El principio histórico de centralización , que favoreció la existencia de una lengua común tuvo un principio, un apogeo y un final. 

Roma iba agrandando su imperio pero a medida que conquistaba más lugares, la metrópoli empezó a perder el control. Esto produjo, en el campo lingüístico, el resquebrajamiento de la unidad lingüística que había logrado el latín. Durante este proceso, aún se entendían unos pueblos con otros. El rompimiento siguió su curso y llegó el momento que ya no se entendieron los pueblos circunvecinos. Se había iniciado el nacimiento de los dialectos derivados del latín vulgar. Cada lengua adquirió sus propias características porque cada uno de los lugares donde se había establecido el código idiomático de los romanos, hubo sustratos diferentes y , al evolucionar esta lengua dominadora y desarrollarse en cada región, adquirió particularidades especiales. Se da, entonces, el principio de descentralización. De una lengua común, nacen diferentes dialectos. Cada uno de ellos tiende a convertirse en lengua común. 

A esos dialectos derivados del latín se les llamó lenguas romances, románicas o neolatinas. Por lo tanto, el origen de las lenguas románicas hay que buscarlo en ese latín vulgar tardío transformado y fragmentado, bautizado con la denominación de lingua romana rústica en un concilio del siglo IX (para diferenciarla de las lenguas "bárbaras", por un lado y del latín "culto", por otro).

Fue este un proceso que podría calificarse de "metamorfosis". Una parte importante del sistema lingüístico latino, permaneció en todas las lenguas románicas. Sin embargo, hubo cambios sustanciales que afectaron distintos aspectos de la lengua: pronunciación, morfología, sintaxis, léxico, entre otros. El sistema se convirtió en otro, con diferencias también sustanciales entre las lenguas de los diferentes reinos medievales. Estas fueron aumentando con el paso del tiempo hasta la fijación definitiva  de las distintas  lenguas románicas. Se concretó así, el principio de descentralización que, como hemos mencionado, favorece y ayuda a la existencia de dialectos. 

SUSTRATO, SUPERESTRATO, ADSTRATO

Dentro del estudio diacrónico de las lenguas, surgen estos tres conceptos: 

Sustrato: Es la influencia que tiene una lengua perdida sobre otra posterior, que la sustituyó. Por ejemplo, el sustrato de las lenguas prerromanas sobre el castellano. 

Superestrato: Es la influencia surgida del contacto entre una lengua conquistadora sobre la conquistada. Por ejemplo, el superestrato de la lengua árabe sobre el castellano. 

Adstrato: Es la influencia existente entre dos lenguas que conviven. Por ejemplo, el español y el gallego. 

REFERENCIA:

Principales ideas tomadas del texto:  Visión Panorámica de la Historia de la Lengua Española, David Ortiz. 



COMUNICACIÓN DRAMÁTICA

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